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Presentación de la tarjeta de Vía Aérea Difícil

En los últimos 20 años hemos asistido al diseño, comercialización y aplicación clínica de un gran número de dispositivos para facilitar  el manejo de la Vía Aérea : máscara laríngea en sus múltiples variedades, otros dispositivos supraglóticos, laringoscopios especiales,  videolaringoscopios, etc. Todo ello acompañado de la progresiva disponibilidad (y formación) del fibrobroncoscopio en los servicios de anestesia de nuestro país.
La mayoría de los anestesiólogos pensamos que todos estos dispositivos han sido eficaces para disminuir la morbi-mortalidad relacionada con la intubación traqueal, aunque probar este hecho puede resultar casi imposible desde el punto de vista metodológico por la baja prevalencia del evento, A pesar de todo, las complicaciones derivadas del manejo de la vía aérea continúan representando la causa más importante de morbilidad grave y mortalidad relacionada con la anestesia.
Muchas sociedades científicas, conscientes de este problema, ha n elaborado guías y recomendaciones sobre como actuar en caso de una Vía Aérea Difícil (VAD)  ya sea ésta, prevista o imprevista.  Estas guías, sin duda alguna, facilitan la toma de decisiones y tienden a minimizar la variabilidad en la asistencia clínica por lo que su valor está por encima de toda duda.
Uno de los problemas en la aplicación de las Guías de VAD es que tenemos pruebas preoperatorias de VAD con un muy bajo poder predictivo. El test de Mallampati, la movilidad cervical o el test de la mordida, aunque aplicados de forma sistemática en la evaluación preoperatoria del paciente, han demostrado su poca fiabilidad global. Por el contrario, el antecedente de una intubación difícil previa comunicado por un anestesiólogo, ha demostrado de forma sistemática ser el predictor con mayor capacidad discriminante, si bien es cierto que su poder predictivo nunca será del 100% y siempre habrá tanto falsos positivos como negativos. Quedando claro que conocer un antecedente de VAD aumenta el margen de seguridad del paciente, el siguiente paso es implantar un mecanismo que permita al anestesiólogo identificarle de forma  rápida y eficaz.
La tarjeta personal identificativa permite que la información esté disponible para todos los anestesiólogos que trabajan en hospitales públicos de la CAM ( que no compartimos historia clínica),  para los que lo hacen en hospitales privados, para los trabajadores de los servicios de emergencia, para los médicos que trabajan en otras unidades (intensivistas, cardiólogos, médicos de urgencia) y, en general, para todo el personal sanitario.
Por ese motivo, hace ya 2 años, un grupo  de anestesiólogos de  la CAM con especial dedicación al estudio de la vía aérea, propusieron a SAR Madrid el proyecto de elaboración y distribución de una tarjeta identificadora para entregar a todos aquellos pacientes que, siendo atendidos por un anestesiólogo en la Comunidad de Madrid,  presenten una intubación difícil.
En estos dos años se ha terminado la primera parte del proyecto que ha incluido:
  • El diseño del contenido de la tarjeta. Tras muchas discusiones y modificaciones del diseño original al que se ha llegado después de un estudio piloto realizado en 4 hospitales públicos de la CAM que demostró que la tarjeta fue considerada “útil” por los anestesiólogos responsables del paciente y que, en todos los casos, aportó información adicional.
  • El diseño en cuanto a tamaño y forma
  • La confección de la tarjeta
  • La definición de Vía Aérea Difícil y de las circunstancias clínicas en las que se va a entregar la tarjeta. Este aspecto es el más sensible ya que, si queremos que sea eficaz, tiene que tener un equilibrio entre poder falsos positivos y negativos. Al final, el grupo se ha decantado por tener un test muy específico  y no  entregarlo de forma indiscriminada ante cualquier pequeña dificultad sino, únicamente, a aquellos casos de verdadera dificultad.

Hoy comienza la 2ª parte del proyecto que se inicia con la presentación de la tarjeta de VAD de Madrid a los jefes de servicio de anestesia de la CAM, habiendo sido citados un total de 57 hospitales en el Colegio de Médicos.

Tras esta presentación iniciaremos la formación y reparto de tarjetas a cada uno de los servicios de anestesia mediante un plan de trabajo ya confeccionado y aprobado.
El objetivo del proyecto, sin nombres propios, sólo pretende ser una herramienta de los anestesistas de Madrid para los anestesistas de Madrid y, en última instancia, para que el margen de seguridad de sus pacientes resulte lo más amplio posible.
Con la ayuda de todos esperemos que el esfuerzo y trabajo realizado y por realizar no resulte en vano.

Fdo:
Grupo de Vía Aérea de SAR Madrid

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